Rey de la montaña
24 agosto, 2020Mientras Jeff Zwart se prepara para disputar la subida a Pikes Peak con el nuevo Porsche 935, el legendario cineasta relata cuánto le han cautivado la montaña de Colorado y los Porsche que ha llevado allí.
Hay pocas personas que se identifiquen más con Pikes Peak que Jeff Zwart. El cineasta y coleccionista de Porsche ha corrido la famosa carrera en cuesta de Colorado no menos de 17 veces en una docena de diferentes 911. Hasta la fecha, ha ganado en ocho ocasiones y ahora es entrenador para Porsche Motorsport en la categoría monomarca GT4 Clubsport.
En 2020, Zwart regresará a la montaña en un 935 de 700 hp, dentro de la nueva categoría Time Attack. En ella compiten entre sí y contra el cronómetro los deportivos basados en modelos de producción, en un esprint que sube más de 1,500 metros hacia la cima nevada en las Montañas Rocosas.
«La subida a Pikes Peak es el rally definitivo» Jeff Zwart
Parece un desafío intimidante, pero Pikes Peak es como un segundo hogar para el relajado californiano. De joven, se enamoró de la extraordinaria atmósfera de esta prueba cuando la cubría como fotógrafo.
«En 1982 o 1984, Road and Track me envió por primera vez a Pikes Peak para fotografiarlo», dice Zwart. «Ya me sentía atraído por los rallys y cuando llegué allí, pensé que este era el rally definitivo. Especialmente si tenemos en cuenta que, en aquel momento, el recorrido era completamente de tierra. Fue una gran influencia para mí, tanto como prueba automovilística como visualmente. La altitud, los desniveles y los precipicios también me formaron como fotógrafo».
El primer intento de Zwart en Pikes Peak fue a bordo de su Mazda de rally, a finales de los 80. Se proclamó “Debutante del Año” y quedó inmediatamente enganchado. Tras algunos éxitos en los rallys nacionales a bordo del recién estrenado 964 Carrera 4 con tracción integral, Andial y Porsche Motorsport se acercaron a Zwart con la oferta de patrocinio para disputar Pikes Peak una vez más. Abandonó el motor atmosférico para adoptar uno turbo con 550 hp del programa IMSA. «Subimos la montaña con ese coche y fue impresionante», recuerda. «Naturalmente queríamos hacerlo bien, ya que era un programa de Porsche. Ese año, terminé ganando la categoría Open Class. Así empezó todo».
Zwart competiría con muchas variantes del 911 en numerosas categorías diferentes, explorando el potencial de los 911 puramente de serie junto con otros especiales para rally, muy preparados y afinados. Pero hace una década, cuando se empezó a asfaltar la pista, surgió la oportunidad de abandonar los fundamentos del rally en favor de un coche de circuito: Zwart volvió en 2010 con un GT3 Cup. A pesar de que algunos sectores de la subida todavía eran de tierra, Zwart batió el récord de la categoría por 38 segundos.
El año siguiente, participó con un GT2 RS de calle, que condujo desde su casa en California, a 1,600 kilómetros. Aunque Zwart perdió la victoria en su clase por sólo dos segundos, ese año estableció un récord entre los coches de producción en serie. «Hacer la subida con algo de 620 hp fue una verdadera revelación», dice Zwart. «Nunca había conducido con tanta potencia y subía como un loco hasta la cima».
Tras ser testigo de las ventajas de un chasis de competición y de la avanzada tecnología Porsche del turbocompresor, Zwart decidió combinar ambos. Al año siguiente volvió con un GT3 Cup al que se había añadido un turbocompresor. En el tercer intento, volvió a ganar su clase.